Es sabido por todos el cambio de paradigma laboral que estamos viviendo desde hace años de manera paulatina, pero que se ha incrementado por la nueva realidad pandémica que nos ha tocado vivir.
Las reglas del juego han cambiado y el talento ya no es solo inteligencia y conocimientos, si no que toman importancia la forma de ser, el carácter y las habilidades blandas, de las que ya hemos hablado en varias ocasiones.
Las nuevas generaciones ya no aspiran a un trabajo para toda la vida.
Según Gema Moral, responsable del capital humano de PWC España, el nuevo talento exige flexibilidad y transparencia. Atraer y retener talento en las empresas pasa por crear proyectos atractivos y retadores que sepan extraer todo el potencial de los trabajadores, además de ofrecer una formación continua.
La digitalización y la humanización de las ofertas de empleo (de las que hablaremos más adelante), hacen que la conexión con la empresa comience desde el minuto uno, ya que no solo se buscan empleados cualificados si no comprometidos con lo que representa la empresa en todos los aspectos. Esto último es la razón por la cual, las compañías se esfuerzan en desarrollar propuestas de valor para el empleado, lo que ahora se conoce como Employee Experience o experiencia de empleado.
¿En qué consiste la experiencia de empleado?
Se trata de crear unas condiciones que hagan que los trabajadores tengan una experiencia gratificante, creando un clima donde se sientan valorados. Hay interés en saber qué opinan y qué necesitan para poder así sacar el máximo potencial de cada uno de ellos.
Al igual de lo que sucede con el cliente, hay un interés en que su relación con la compañía sea satisfactoria, las empresas se han dado cuenta que el capital humano pasa a ser el activo más valioso de las empresas y retenerlo pasa a ser todo un reto, ya que el talento no es conformista, es activo e inquieto.
Propuesta de valor, esta es la clave para retener talento. Aquellas empresas que no solo se centran en un salario para atraer buenos trabajadores, si no que desarrollan programas innovadores, flexibles en cuanto horario o situación geográfica, logran tener profesionales más competentes y motivados. Lo novedoso está en tener claro cuál es el propósito, la finalidad de lo que se hace, eso es lo que diferencia a los grandes líderes y por ende al talento, el estímulo pasa de ser meramente económico para convertirse en algo profundo, en el por qué se hace lo que se hace. Ahí está la diferencia, los nuevos trabajadores ahora buscan identificarse con los valores y creencias del lugar en donde aportan sus habilidades.
La importancia de la digitalización
La digitalización es la herramienta principal por la que este cambio está teniendo lugar. La posibilidad de encontrar el perfil que estas buscando al otro lado del mundo ha llegado para quedarse. A esta situación le podemos hacer dos lecturas completamente opuestas, unos lo verán como una amenaza al multiplicarse tus competidores directos a un puesto de trabajo, pero el verdadero talento encontrará aquí la oportunidad de encontrar su desarrollo profesional, independientemente del lugar donde se encuentre.
De aquí el cambio en los criterios de búsqueda de personal por parte de los Recursos Humanos. La humanización de las ofertas, consiste en intentar atraer al candidato mediante los valores de la empresa, cómo son, qué buscan y sobre todo a qué aspiran. Por eso insistimos en la importancia de las habilidades blandas o transferibles, aquellas que te hacen atractivo por tu forma de ser, de ver el mundo y cómo es tu relación con él, pero sobre todo qué puedes aportar tú si trabajas con ellos.
No olvidemos que en un mundo donde se están automatizando y robotizando millones de puestos de trabajo, aquello que nos hace humanos es nuestra propuesta de valor.
No olvides leer el artículo:
¿Cómo estructurar la sección de experiencia para incluir mis habilidades blandas?
Artículo muy interesante
Muchas gracias María José.
Un artículo muy muy interesante y que deberían leer muchos empresarios que todavía creen que las habilidades blandas no son importantes ni necesarias.
Gracias por hacerlo visible con este blog.
Gracias Belén, estoy de acuerdo contigo. Las habilidades blandas de los empleados son de vital importancia para la empresa. Un profesional con habilidades blandas como la creatividad, la capacidad de comunicar de forma empática o la capacidad de liderar equipos, es un profesional que se puede adaptar rápidamente a los cambios de la empresa, y por lo tanto aportará un gran valor a la misma.
Gracias María José!
Deseando leer ya el siguiente. Muy buen articulo que recoge la realidad actual.
Gracias Alberto!
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